Monday, December 21, 2015

La alarmante epidemia en Estados Unidos de recién nacidos con dependencia a las drogas


bebé recién nacidoImage copyrightPA
La cifra es aterradora: cada 19 minutos nace un bebé con síndrome de abstinencia en EE.UU.
Cerca de 27.000 bebés nacieron en 2013 con dependencia a las drogas a las que eran adictas sus madres durante los meses de la gestación.
Estos bebés nacen en la miseria de lo que se conoce como Síndrome de Abstinencia Neonatal, por la ausencia de opiáceos naturales como la heroína, sintéticos como la metadona o analgésicos recetados por prescripción médica con los que se mezclan o tratan las adicciones.
Los bebés con abstinencia neonatal tiemblan incesablemente, lloran sin parar, presentan cuadros de diarrea severa, estornudos y llantos profundos y repetidos que contorsionan todo el resto de sus cuerpos.
Además, no comen porque rechazan la comida o porque se ahogan con ella; o comen compulsivamente.
Muchos de ellos llegan al mundo bajos de peso. Algunos convulsionan.
Bebé prematuroImage copyrightGetty
Image captionAlgunos de los bebés que tuvieron exposición intrauterina a las drogas nacen prematuros y bajos de peso. 
Y aunque los bebés expuestos a las drogas dentro del vientre materno no son un fenómeno nuevo, sí lo es la alarmante manera en que se ha tomado el territorio estadounidense.
Los médicos y autoridades sanitarias se refieren al hecho como una "epidemia" y han encendido las alertas por las "cifras récord" alcanzadas en 2013, año del que están disponibles los últimos datos consolidados. Y los expertos están seguros que la tendencia sigue al alza.
Una investigación publicada recientemente por la agencia de noticias Reuters indica que en 2004, siete de cada 1.000 recién nacidos en ese país presentaban dependencia física de narcóticos. Al final de 2013, la cifra aumentó a 27 entre cada 1.000.
"La cantidad de bebés que nacen con abstinencia neonatal ha aumentado dramáticamente. En 2009, nacieron casi cinco veces más bebés con abstinencia que en 2000", le dice a BBC Mundo la doctora Loretta Finnegan, médica especialista en adicción prenatal, que desarrolló la metodología mayormente utilizada en EE.UU. para determinar y tratar la abstinencia neonatal.
"Y no hay duda de que los casos siguen aumentando", concluye.

Síndrome de abstinencia

No todos los bebés que han estado expuestos a narcóticos dentro del vientre materno desarrollan dependencia, pero sí la mayoría.
Entre el 60% y 80% de los bebés expuestos a drogas dentro del vientre materno presentan la abstinencia cuando son separados de su madre.
"Cuando usted corta el cordón umbilical, simplemente se corta el suministro de droga. Además el bebé elimina la droga que tenía en el cuerpo por la orina. Cuando estas dos cosas pasan, se presenta la abstinencia", afirma Finnegan.
"El tiempo es diferente en cada bebé. Depende de droga a la que estuvo expuesto durante el embarazo. Si es heroína, la abstinencia llegará en las primeras 24 horas porque es una droga de corto tiempo, que requiere una dosis entre cada 4 a 6 horas", agrega.
Opiáceos sintéticosImage copyrightAP
Image captionEl sistema de salud en EE.UU. ofrece opiáceos sintéticos para curar adiciones a las drogas. 
"Si la mamá es adicta a la metadona la abstinencia se manifiesta más tarde".
La metadona es una droga sintética de acción más prolongada, que se les da a los individuos para tratar su adicción a la heroína.
"Se da gratis y se toma todos los días por vía oral. Se usa para que la persona no recaiga en la heroína", dice Finnegan, que es profesora en la Universidad Thomas Jefferson de Filadelfia.

Morfina para tratar la mayoría de los casos

El tratamiento adecuado de la abstinencia de opiáceos neonatal se basa en los principios de diagnóstico y evaluación precisa, explica Finnegan.
"La terapia está dirigida a la rápida estabilización clínica del niño que ha sido expuesto a los opiáceos", dice. "Seguido de la reducción gradual de la medicación bajo supervisión médica cuidadosa".
El tratamiento puede durar entre una y seis semanas, y la mayoría de los casos se trata con morfina, de acuerdo al reporte "El aumento de la incidencia del síndrome de abstinencia neonatal en los Estados Unidos", publicado por The New England Journal of Medicine en mayo.
La proporción de recién nacidos tratados con morfina se incrementó de 49% en 2004 al 72% en 2013.
"La mayoría de estos bebés permanece en el hospital por decisión de los padres porque para la mamá es complicado cuidarlo. Después del tratamiento, los bebés regresan a la casa con la madre si la mamá ha estado en tratamiento".

¿110 bebés muertos en cinco años?

La investigación de Reuters hizo un inventario de al menos 110 bebés que manifestaron abstinencia al nacer y que murieron en incidentes relacionados con la adicción de sus padres una vez fueron enviados a su casa, en los últimos cinco años.
Tal es el caso de Reanne Pederson, que dejó el hospital con su bebé y una receta de 20 pastillas para el dolor que combinada con la droga sintética por prescripción con la que trataba su adicción, le potenció el efecto narcótico.
Después de amamantarlo, Pederson se quedó dormida sobre él asfixiándolo.
Reanne PedersonImage copyrightReuters
Image captionReanne Pederson -en la foto- asfixió a su bebé recién nacido después de tomar una mezcla de drogas y analgésicos que la hizo caer dormida. 
Pero Finnegan insiste que estos casos no deberían relacionarse con los bebés que nacen con abstinecia.
"La abstinencia no mata a los bebés. Es importante entender eso. Es una condición completamente tratable. El doctor examina al bebé y ve si está teniendo abstinencia, y lo trata adecuadamente, no debería morir", dice.
"La investigación de Reuters habla de 110 bebés que tuvieron abstinencia y luego murieron en sus casas, pero dice que esos bebés murieron por causas distintas al síndrome de abstinencia", apunta.
"Como en casos de otro tipo de enfermedades como renales o cardíacas, el bebé debe ser vigilado. Eso garantizará que no tenga problemas en el futuro".

¿Epidemia?

"Si usted tiene unos bebés en un lugar específico, afectados por una condición específica y de repente se duplican los números, usted piensa inmediatamente en una epidemia", explica Finnegan.
Mujer embarazadaImage copyrightOther
Image caption27 bebés de cada 1.000 que nacieron en EE.UU. durante 2013 presentaron abstinencia a alguna droga. 
"Yo vi mi primer bebé con abstinencia neonatal en 1969. En esa época, los bebés nacían en la mayoría en grandes ciudades como Nueva York, Washitngon, Filadeldia, Miami... Pero ahora… Acabo de venir de Rapid City en Dakota del Sur, y ellos tienen muchos bebés así, muchos".
"Hay salas de cunas en los hospitales que nunca vieron un bebé así y hoy atienden diez al tiempo. Es una epidemia de lo que estamos hablando, es claro. Es más gente está usando más drogas".
Efectivamente, los reportes de los hospitales a lo largo y ancho de EE.UU. indican que es un problema de salud pública nacional.
En Kentucky, por ejemplo, la cifra de bebés recién nacidos con abstinencia pasó de 28 en 2000 a 1.409 en 2014.
Ohio experimentó un incremento de más del 600% entre 2004 y 2011. Tennessee vio el problema multiplicarse por diez en el mismo periodo. En Florida, los casos se triplicaron entre 2008 y 2012.
Un hospital en Huntington, en el estado de West Virginia, decidió crear una unidad con luces tenues para atender los frecuentes casos de bebés con abstinencia neonatal, después de que se reporta un incremento sustancial de casos del 500% en la última década.
Image copyrightDEA
Image captionEn 2013, más de 27.000 bebés presentaron al nacer síndrome de abstinencia de alguna droga lícita o ilícita.
Sin embargo, como epidemia este fenómeno es muy difícil de detectar, según explica Finnegan.
"Si fuera una enfermedad infecciosa, la respuesta sería fácil porque se transmite de varias maneras, pero aunque la adicción es una enfermedad de comportamiento y del cerebro, aquí hablamos de que se expande porque tenemos más pobreza, porque la sociedad no está en un momento muy feliz", enfatiza Finnegan.
"La gente viene de circunstancias particulares, muchos con infancias terribles, llenas de carencias, y muchas veces empiezan a consumir psicoactivos buscando drogas que los hacen sentir bien".
El fenómeno también ha aumentado porque hay más gente joven vulnerable empezando a consumir drogas más temprano, desde la escuela. Por eso la mayoría de las madres que vemos con bebés con dependencia física a estos opiáceos son jóvenes"

No son "adictos"

"Hay un estigma en la palabra adicción que no se debe usar en estos pequeños bebés", afirma Finnegan.
Drogas Image copyrightGetty
Image captionAlgunas de las drogas que generan adicción son legales, como analgésicos y opiáceos sintéticos que son recetados por médicos.
"La adicción se define por cuatro variables: dependencia física, dependencia psicológica, tolerancia y compulsión por encontrar la droga".
La investigadora señala que los bebés con síndrome de abstinencia por ausencia de droga sólo presentan la dependencia física.
"Pero hay casos exitosos después de pasar por tantas dificultades. No todos los bebés que estuvieron expuestos a estas drogas y que tuvieron abstinencia se quedan ahí", dice la medica.
"Es como el cáncer o la diabetes, usted no necesarimente vence 100% estas enfermedades pero logra salir adelante".

Wednesday, December 9, 2015

Trasplante de pene, el nuevo reto médico para ayudar a soldados estadounidenses heridos en Irak y Afganistán

  • 9 diciembre 2015
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Veterano heridoImage copyrightKatarzyna Bialasiewicz
Image captionLa mayoría de los excombatientes de EE.UU. con lesiones genitourinarias son menores de 35 años. 
Sólo se han realizado dos trasplantes de pene en el mundo. El primero en China en 2006 y el segundo en Sudáfrica en 2014.
El primero fracasó porque el paciente rechazó su nuevo órgano, obligando a revertir la cirugía. Pero el segundo, en cambio, resultó exitoso.
El paciente no sólo recuperó su capacidad sexual, sino que hace pocos meses se convirtió en padre, según reportaron sus cirujanos.
En un intento de emular ese caso, un equipo de la unidad de trasplantes del Hospital Universitario Johns Hopkins (JHU, por sus siglas en inglés), de Baltimore, EE.UU., tomó la decisión de desarrollar su propio programa de trasplantes de penes, aunque con un objetivo específico: ayudar a los soldados heridos en combate.
Según los médicos del JHU, el Registro de Trauma del Departamento de Defensa de EE.UU. ha identificado a 1.367 miembros del ejército que entre 2001 y 2013 resultaron heridos con lo que se conoce como Trauma Genitourinario (GU).
El trauma o las lesiones GU son una pérdida parcial o total de testículos, pene y funciones urinarias, y en el caso de los veteranos, la mayoría es menor de 35 años.

Afganistán e Irak

Según los investigadores, las lesiones GU son una tendencia creciente entre el personal militar que participa en los conflictos afgano e iraquí.
Patrullaje Afganistán Image copyrightAP
Image captionEl trauma GU es un asunto creciente dada la creciente exposición de los soldados a explosivos improvizados durante patrullajes a pie en zonas de combate. 
Muchos de estos soldados fueron víctimas de bombas caseras, construidas con materiales improvisados, mientras patrullaban zonas de combate en Afganistán e Irak, países donde EE.UU. desplegó tropas sobre el terreno en 2001 y 2003, respectivamente.
"Aunque las lesiones GU no son nuevas, han sido reconocidas como 'sello' de combate, en gran parte por causa del reciente aumento de miembros del servicio de patrullas desmontadas –o patrullaje a pie en vez de en un vehículo-, más expuestos a explosiones", le explica a BBC Mundo Sherrie Wilcox, profesora adjunta en la Facultad de Trabajo Social de la Universidad del Sur de California.
Según indica el estudio "Trauma Genitourinario en los militares", publicado en marzo de este año y liderado por Wilcox, se estima que el 12% de las heridas de guerra involucran algún tipo de lesión GU, 7% de las cuales afecta directamente la zona pélvica y los genitales.
AmputadoImage copyrightAFP
Image captionEs común ver imágenes de excombatientes con amputaciones pero sobre las lesiones en los genitales poco se habla o se sabe. 
"Las lesiones GU pueden afectar al personal de cualquier edad. Sin embargo, los militares son por su propia naturaleza una fuerza joven. La mayoría de los miembros del servicio de Estados Unidos tiene 25 años o menos", explica la investigadora.
"Por lo tanto, los miembros del servicio militar pueden experimentar lesiones GU y una posible pérdida de sus genitales antes de llegar a la cumbre de sus años reproductivos", agrega Wilcox.

60 trasplantes "experimentales"

El hospital universitario autorizó al equipo médico a realizar 60 cirugías, dentro de una fase exploratoria para medir el éxito o fracaso del procedimiento. El objetivo es desarrollar un programa consolidado de trasplantes de penes que beneficie directamente a los heridos en combate.
La primera cirugía podría realizarse antes de un año, incluso dentro de pocos meses.
Trasplante de peneImage copyrightSPL
Image captionLos principales conductos y nervios del pene del donante serán conectados con los del receptor mediante un procedimiento microscópico, que no incluirá los testículos.
"Ya tenemos un posible receptor y vamos adelantados en el proceso", le aseguró el doctor Richard Redett, del equipo de trasplantes del JHU al diario The New York Times, y afirmó que "muy pronto" el hombre será incluido en una lista de espera de trasplantes.
Según los médicos, el beneficiario desarrollará funciones urinarias, sensibilidad y eventualmente la habilidad de tener relaciones sexuales. Incluso podría, tal como ocurrió con el hombre en Sudáfrica, convertirse en padre.

La cirugía

Para poder desarrollar el procedimiento, los nervios y los vasos sanguíneos del receptor deben estar intactos, así como la uretra, el conducto por el que pasa la orina en su fase final del proceso urinario.
El candidato debe, además, estar preparado psicológicamente, ya que la operación puede ser exitosa o fracasar, e incluso tener que ser revertida.
El pene debe provenir de un donante joven, fallecido recientemente y debe contar con la aprobación de su familia.
Cirugía SudáfricaImage copyrightStellenboshc
Image captionEl único trasplante de pene exitoso se realizó en Suáfrica a un hombre que había sufrido una circunsición defectuosa. El hombre recuperó sus funciones y tuvo un hijo en junio. 
Al cuerpo del donante se le removerá el órgano, y sus principales conductos y nervios serán conectados con los del receptor, suturados mediante un procedimiento microscópico.
Los nervios del receptor deberán crecer dentro del pene trasplantado para garantizar el éxito.
Según el equipo del JHU, la sensibilidad dentro del órgano podría tomar entre seis y 12 meses en aparecer después de la cirugía.
El receptor podría convertirse eventualmente en padre y, de acuerdo con los médicos del JHU, procrear un hijo biológico suyo, ya que el trasplante sólo incluye el pene y no los testículos del donante, donde se produce el esperma con la información genética de los individuos.

Expectativas realistas

Los expertos recuerdan que tan sólo un trasplante ha tenido éxito y que, por eso, es importante asegurarse de que haya "expectativas realistas".
El trasplante de pene, al igual que cualquier otra cirugía mayor, conlleva riesgos como infecciones o sangrado durante el procedimiento.
ImpotenciaImage copyrightThinkstock
Image captionEl impacto de las lesiones GU sobre los pacientes no es sólo físico sino psicológico y sobre el entorno familiar. 
Asimismo, los expertos dicen qye deben sopesarse los efectos secundarios que pueden derivar de tener que tomar medicamentos de por vida contra el rechazo del miembro trasplantado. Así como el impacto psicológico de la operación.
Los veteranos serán monitoreados durante cinco años y los científicos recolectarán pruebas para analizar si el trasplante puede ofrecerse de manera permanente.

Pene real vs. pene reconstruido

El trauma GU no sólo tiene consecuencias físicas en el individuo, sino también psicológicas y en el entorno familiar.
Implante de peneImage copyrightSPL
Image captionHasta el momento una alternativa parcial de recuperación para lesionados GU es la reconstrucción de los genitales.
"Nuestra reciente investigación encontró que la imagen genital propia (similar a la imagen corporal, pero concentrada en los genitales) está asociada con el aumento de la ansiedad sexual y la reducción del funcionamiento sexual", le dice la investigadora Sherrie Wilcox a BBC Mundo.
"La exposición al trauma GU tiene el potencial de influir en la propia imagen genital y, por lo tanto, generar mucha ansiedad y problemas de desempeño sexual", explica.
Al preguntarle a la doctora Wilcox sobre las opciones con las que hasta ahora han contado las víctimas de lesiones GU, se refiere a las cirugías reconstructivas: "Estamos realizando operaciones muy similares hoy con la reconstrucción del pene para los miembros del servicio militar con lesiones GU".
Sherrie WilcoxImage copyrightSherrie Wilcox
Image captionSherrie Wilcox ha trabajado más de 10 años investigando la función sexual e intimidad de militares lesionados en combate. 
"Las cirugías reconstructivas a menudo consisten en muchas operaciones durante muchos años. Hay un alto costo físico y psicológico sobre el veterano, además de la funcionalidad y satisfacción limitadas".
"El uso de un pene real, frente a la reconstrucción de un pene lesionado, utilizando piel de otras partes del cuerpo, les permitirá a los veteranos lesionados experimentar mejores resultados, tanto físicos como psicológicos".
"¿Por qué invertir años y dólares en un intento de construir un nuevo pene, cuando puede haber el pene de un donante disponible?".

Friday, November 6, 2015

Médico de colombiano muerto de cáncer "no humano": "Es el caso más extraño que he visto"

Cabeza de Hymenolepis nanaImage copyrightSPL
Image captionEl paciente estuvo internado entre enero y mayo de 2013, cuando murió, en la Clínica Universitaria Bolivariana de Medellín. 
"¿Ya sabemos qué es?, ¿ya sabemos qué es?", preguntó insistentemente durante cinco meses el paciente al que 72 horas antes de morir se le determinó que padecía un extraño cáncer "no humano" que le había contagiado un parásito.
"Estaba desesperado y nosotros no teníamos respuesta para darle", le dice Carlos Agudelo a BBC Mundo, el médico infectólogo a cargo del paciente en la Clínica Universitaria Bolivariana de Medellín.
El caso del colombiano le dio la vuelta al mundo este jueves tras la publicación de un artículo médico en el New England Journal of Medicine en el que se reveló que el origen de su cáncer era el parásito estomacal Hymenolepis nana.
Sin embargo, la persona –cuyo nombre se mantiene en reserva– no murió sólo a causa del cáncer, sino por una asociación de factores que incluían el deterioro que le causó ser portador del VIH.

Células cancérigenas pequeñas

Llegó a la clínica en enero de 2013, afectado por una recaída generada por el VIH, meses después de haber dejado de tomar los medicamentos para controlar el virus.
"El paciente llegó por urgencias. Tenía un cuadro de pérdida de peso, fiebre y complicación respiratoria", relata Agudelo.
Carlos Agudelo, ColombiaImage copyrightCarlos Agudelo
Image captionEl médico infectólogo Carlos Agudelo estuvo frente al caso en la Clínica Universitaria Bolivariana, de Medellín. 
"Es algo que estamos enfrentando ahora con los pacientes de VIH, se sienten bien, se sienten aliviados y abandonan el tratamiento. Eso pasó con este".
Según Agudelo, la clínica ha desarrollado unos protocolos de atención y exámenes para atender a estos pacientes. Uno de ellos incluye radiografías y tomografías de tórax.
Los exámenes mostraban unas masas en los pulmones que en la patología demostraron ser cáncer. Pero por lo pequeñas que eran las células cancerígenas, los médicos quedaron desconcertados.
"Los patólogos de la universidad Alejandro Pérez y Lucy Díaz-Granados, también coautores de la publicación, descubrieron esas células de esa patología tan extraña".
Y ahí empezó la odisea de saber el misterio del cáncer, que para el paciente duró cinco meses pero que para investigadores y médicos de tres continentes significó más de un año y medio de estudio.

"Nadie nos podía dar respuesta".

"Como no sabíamos qué era inicialmente compartimos las fotos microscópicas con infectólogos, microbiólogos y patólogos locales en Colombia", explica.
"Nadie nos podía dar respuesta, así que mandamos esas imágenes microscópicas a varios centros en EE.UU., España y México, buscando entre contactos que cada uno de nosotros tenía".
"Y de nuevo, nadie sabía qué era", repite Agudelo.
"Así que contactamos al equipo de Atis (Muehlenbacs), en el CDC, a traves de la doctora Alicia Hidron, otra infentóloga que participó en la publicación. Les pedimos ayuda para que hicieran estudios moleculares y de genética".
Luego aparecieron el doctor Akira Ito y el doctor Peter Olson. El primero de Japón y el otro de Inglaterra, expertos en el Hymenolepis nana.
Células cancerígenasImage copyrightCDC
Image captionLas células cancerígenas que estaban dentro del paciente eran ajenas a su organismo. 
"Desde el punto de vista del paciente, era un poco difícil porque obviamente estaba muy preocupado sin diagnóstico", dice Agudelo.
"Él veía los esfuerzos que estábamos haciendo y los contactos que estábamos haciendo para tratar de encontrar un diagnóstico, pero estaba desesperado. Ver su propio deterioro lo angustiaba".
"Yo hasta llegué a mostrarle el recibo de FeDex de lo que mandamos una vez al CDC para que viera que estábamos en eso. Pero nosotros tampoco sabíamos qué estaba pasando".
Fue muy frustrante el reto de darle respuestas que no teníamos.
"A veces incluso les escribíamos a los del CDC '¿qué hubo?, ¿qué pasa?', y el CDC nos escribía diciendo 'estamos pensando que es por este lado, o es por el otro lado'".
"Desafortunadamente no alcanzamos e incluso ahora, nosotros no estamos seguros de qué tratamiento le habríamos podido dar".
Fue 72 horas antes de que el paciente muriera en mayo que supieron qué era lo que tenía.

"El caso más extraño de mi carrera"

"Es el caso más extraño que he visto. Todos estábamos sorprendidos. Cuando confirmaron lo que era, yo no daba crédito; era una cosa que uno no se imaginaba que pudiera pasar", recuerda el doctor Agudelo.
ParásitoImage copyrightPeter Olson
"Nosotros entendemos la relación entre infección y cáncer. Eso es bastante conocido. Ciertas infecciones producen cambios en las células humanas que llegan al cáncer", afirma.
"El papiloma, los virus de las hepatitis, que cuando entra en crisis una infección por estos gérmenes, las células pueden sufrir transformaciones hacia la malignidad", agrega Agudelo.
"Lo novedoso y sorprendente en este caso es que las células que estaban produciendo el cáncer no eran humanas. Eran células del parásito. Habían invadido al paciente".
"Eso no estaba escrito en ninguna parte. Uno no se imaginaba que algo así pudiera pasar y menos que eso le estuviera pasando al paciente que tenía al frente mío".

"Un logro muy bonito"

De acuerdo al médico, el paciente murió en mayo de 2013, a causa de múltiples factores, sobre todo por les efectos progresivos del VIH.
"Cuando ya falleció, mirando en retroespectiva, ya sabiendo lo que pasó y lo que encontramos, estamos seguros que no teníamos ninguna posibilidad de ayudarle", dice Agudelo.
Parásito Hymenolepis nanaImage copyrightThinkstock
Image captionCerca del 90% del cuerpo del gusano se dedica a la reproducción, pues todos los días arroja miles de huevos al intestino.
"La medicina tenía una limitación de conocimiento muy grande", explica.
"Este caso se publica precisamente trantando de que los médicos que puedan eventualmente encontrarse con un caso de estos ya tengan herramientas para dar un diagnóstico".
Sobre lo que le queda de todo esto a la clínica en Medellín para la que trabaja, comenta lo gratificante de haber participado en un artículo con tanta relevancia.
"Como es una clínica universitaria además está también del tema de la docencia y el tema de la investigación, que a pesar de las limitaciones de recursos que tenemos en Colombia, enfatizamos en ir más allá de lo asistencial", agrega.
"Pero sobre todo, mostrar que aquí se pueden hacer cosas colaborativas con otros centros en el mundo que tienen más experiencia y más recursos".
Y concluye: "Lo más importante es que la gente no piense que a todo el mundo que tiene un parásito en el organismo le va a dar cáncer, es un caso excepcional".