Friday, August 31, 2012

Recordando a Andrew




La semana pasada se cumplieron 20 años de la devastadora visita del huracán Andrew al sur de la Florida, en Estados Unidos. En su travesía por las Bahamas, los estados de Florida y Luisiana, el huracán dejó 65 muertos y 27 mil millones de dólares -dólares de 1992- en pérdidas y daños.



Para conmemorar a Andrew, WLRN-Miami Herald News -la radio pública local- produjo el documental ''Remembering Andrew'' [Recordando a Andrew] 


Durante julio y agosto de este año, WLRN emitió piezas cortas de radio en su show Under the sun, en las que los oyentes podían revivir momentos de la tragedia, narrados por sus miles de protagonistas. Gente común y corriente que perdió su casa, parió en medio del huracán, peleó por hielo o rescató a algún vecino. 


Tuve la fortuna de ser invitada a la bonita presentación de 'Remembering Andrew' en el Planetario del Museo de Ciencias de Miami, unos días antes de que saliera al aire la versión final. Aunque fue un evento como la mayoría, con vino, algo para picar, fotos de la época, productores, patrocinadores, etc., no es casualidad que la presentación haya sido en el planetario.

Andrew fue calificado en la época como el mayor desastre natural vivido por Estados Unidos en su historia, en parte porque la infraestructura del sur de la Florida quedó destruida, dejando a más de 200 mil personas sin electricidad durante varias semanas.

Y aunque es irrefutable la tragedia que significa estar sin luz en un verano hirviendo, con el agua hasta las rodillas, sin casa, se rescata el hecho de que gracias a esa penumbra de cada noche, por primera vez brillaron con fuerza las estrellas en Miami.

La experiencia consistió entonces, en tomarse un par de copas de vino, sentarse en una de las cómodas sillas del auditorio, mirar al "cielo", ver primero todo fucsia y luego las estrellas dispuestas exactamente como estaban esos días del verano del 92.






Fue un momento único para mí oír la historia contada con risas y llantos, ambientada con buena música y lograda con una mezcla de sonido impecable. Sentí la desesperación y el miedo; el calor y el frío. Viajé a esos días de 1992 recreando imágenes desde el recuerdo de otros, todo bajo esa noche estrellada que por un rato fue real.  


Hay todo tipo de historias, unas muy tristes, algunas asustadoras, muchas simples, y una que otra divertida. Se puede oír, por ejemplo, la llamada a emergencias en la que la persona que contesta dice que es imposible acudir al lugar; se oye del muerto que voló desde las Bahamas hasta Miami o del parasol de cerveza Corona que aterrizó en el jardín de una casa y que sus habitantes usaron los siguientes 19 años.  


De cualquier manera, no solo por el poder de la radio hablada, de la crónica, recomiendo sacar una hora de tiempo, acomodarse, cerrar Twitter, Facebook, apagar el televisor y el celular, y darle una escuchada a la historia. 

Si no hay tanto tiempo, 'Remembering Andrew' también está disponible en pequeños capítulos. Simplemente entre la página web: http://wlrnunderthesun.org/andrew/ y haga click o play en el audio que quiera escuchar.

Si quiere descargar el podcast desde el iTunes para tenerlo en su equipo, vaya aquí. Vale mucho la pena. 

Thursday, August 30, 2012

Isaac


Tres días de lluvia y ráfagas de viento no fueron suficientes para evitar que la vecina de al frente saliera a la terraza. Me mudé hace seis semanas y desde entonces no ha habido un día en el que esta mujer no esté ahí, en esa esquina en la que está, pero sentada con todo su cuerpo entrelazado sobre un pequeña butaca de acrílico transparente.

No sé qué es lo que hace, si lee algo importante o si está metida en Whatsapp o chateando desde un Blackberry. Sólo sé que pasa todo el día ahí afuera, aguantando la humedad y el calor de Miami, siempre vestida de negro y ahora con este peluqueando francés.

Las primeras semanas pensaba en lo sola que siempre está. En que no habla con nadie en todo el día hasta el final de la noche cuando entra a la casa y aparentemente interactúa con alguien.

A la tercera semana cambié el lente y empecé a darme cuenta que ella me miraba también. Supuse que debía narrar algo parecido a lo mío. Que su vecina de al frente está casi siempre en su casa, leyendo el computador o el celular, sin saber si está en Twitter o chateando; o si es que anda escribiendo una novela. Supongo que también dice que siempre estoy vestida de negro, y que no puedo estar más sola, porque no veo a nadie ya que nadie viene a verme.  

Debe ver cómo cada día a la hora del almuerzo armo cualquier alquimia que me devoro parada, recostada contra la estufa, mirándola a ella. 

La tormenta Isaac hizo que ella tuviera que entrar sus pocas cosas de la terraza y embutirse entre la casa por tres días. Yo también estuve así. Al tercer día ella salió como animal desesperado y fumó todo lo que pudo mientras la atacaba una lluvia horizontal. Yo en cambio, desafortunadamente, dejé el cigarrillo hace un par de años.

Friday, August 24, 2012

Las columnas, ¿prohibidas?

La Corte Suprema de Justicia emitió ayer un comunicado de prensa en el que censura a las columnistas Cecilia Orozco Tascón y María Jimena Duzán, por los hechos citados en sus columnas, y las opiniones que tiene cada una de ellas sobre recientes decisiones de la Corte.

Entre los puntos que María Jimena Duzán cuestiona en su columna, está por ejemplo, la decisión de la Corte de que "si un colombiano del común y un congresista asesinan a una persona y la justicia los condena por el mismo delito, la pena mínima de cárcel para el particular será de 17 años y cuatro meses, mientras que para el padre de la patria es de 13".

En relación con un fenómeno tan sensible como el de las alianzas entre políticos y paramilitares, Cecilia Orozco Tascón cuestiona en su columna, la decisión de la Corte de revocar de su cargo como coordinador de los procesos de parapolítica al magistrado Iván Velázquez, y recuerda algunas de las amenazas que ha tenido que enfrentar el magistrado.

Ante el anuncio de la Corte Suprema de Justicia de denunciar penalmente a las periodistas, ya son varias las voces que se han manifestado en contra de la decisión y en solidaridad con las periodistas.


Por medio de este blog -mi blog-, yo Natalia Guerrero Ulloa, suscribo el contenido de las columnas 'Homenaje a un magistrado valiente y decente' escrita por Cecilia Orozco Tacón, publicada en El Espectador el 22 de agosto de 2012, y "La nueva Corte', escrita por María Jimena Duzán y publicada en Revista Semana el 18 de Agosto de 2012.

Suscribo estas dos columnas no sólo en nombre de la libertad de expresión, sino porque respeto la investigación y los hechos listados por las dos periodistas. Comparto además, plenamente sus opiniones sobre la actuación y censura de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia.

Si usted está de acuerdo, deje su comentario abajo, o mejor, copie las columnas y péguelas en sus medios digitales. Compártalas.




Homenaje a un magistrado valiente y decente
Por: Cecilia Orozco Tascón   

En medio de un sospechoso sigilo y sin comunicado oficial que diera cuenta del trascendental cambio, sino mediante declaraciones soltadas al desgaire por el presidente de la Sala Penal de la Corte Suprema, Colombia se enteró de que el magistrado Iván Velásquez, quien en su infinita soledad ha soportado las mayores amenazas y conspiraciones contra su vida, su buen nombre y su honra, había sido relevado del cargo de coordinador de los procesos del repugnante fenómeno de la parapolítica.

La disculpa es baladí y ofende porque supone que somos estúpidos: el puesto debe rotar entre varios auxiliares, dijo quien funge de presidente de esa sala, Leonidas Bustos, como si se tratara de un juego de perinola. La verdad es muy otra. Velásquez, el “investigador estrella” de la Corte, es una roca en el zapato de los mandatarios, de los congresistas corruptos, de los partidos clientelistas y de sus propios colegas los magistrados titulares, cuya conducta está cada vez más cerca de la de sus procesados.
En las películas policíacas se hacen un par de preguntas clásicas para descubrir al autor y el móvil del delito: ¿quién se beneficia con el crimen y para qué se cometió? Parodiando la frase, ¿quién está feliz con la sustitución de Velásquez y para qué lo retiran del centro en donde se descubre el modus operandi del “aparato organizado de poder” que surgió de la alianza de la política con el paramilitarismo? El móvil es fácil: venganza por los resultados e impunidad hacia el futuro. Los vengadores y beneficiarios son muchos. Aproximo una lista:

1. Los excongresistas que purgan pena en La Picota. No le perdonan al valiente abogado haberles demostrado sus fechorías: Mario Uribe, primo de Álvaro Uribe. El convicto, junto con su otro primo Santiago Uribe, un extraditado y su abogado complotaron contra Velásquez pagándole a alias Tasmania para que calumniara al magistrado. Hasta el jefe de Estado participó en esta patraña. El exsenador Óscar Suárez Mira le ofreció a alias Bam-Bam $100 millones para que se retractara de su testimonio contra él y enlodara a Velásquez. Los exparlamentarios Luis Alberto Gil y Alfonso Riaño. Su abogado Ramón Ballesteros fue grabado mientras trataba de convencer a alias Diego Rivera de declarar en contra del investigador por 100 mil dólares. El exsenador Luis Humberto Gómez Gallo y su paisano Javier Ramiro Devia. El testigo Hernando Díaz aseguró que intentaron sobornarlo para desprestigiar a Velásquez y a la Corte.

2. Los cerca de 30 parlamentarios que tienen indagaciones preliminares por nexos con el paramilitarismo.

3. El expresidente Uribe y los funcionarios de su gobierno envueltos en el operativo de seguimientos, interceptaciones y montajes.

4. La mayoría de los integrantes de la Corte actual. Clientelizados, burocratizados, lagartizados y subordinados al poder del procurador, al que le deben fidelidad y puestos, y al Parlamento, con el que se concertaron para privilegiarse, no pueden tener a un testigo de sus complicidades. Bustos, a quien no le ajusta la toga, ha armado una oscura trinca y está triunfando. Por supuesto, este no es el escenario para alguien decente como Iván Velásquez, a quien nunca sus compañeros le permitieron llegar a la titularidad de la magistratura, precisamente por lo “peligroso” que es. Lo mandan al patio trasero para obligarlo a renunciar. Pero él no está del todo solo. Afuera hay quienes estamos dispuestos a denunciar a los indignos enquistados en la Justicia, y somos muchos los que le damos gracias por su enorme sacrificio.  


La nueva Corte
Por: María Jimena Duzán 
Revista Semana Sábado 18 Agosto 2012

OPINIÓN Al cambiarse esta jurisprudencia es claro que para esta Corte es más importante el delito del narcotráfico que haber asesinado y masacrado a colombianos.

La reforma a la justicia la sepultaron hace unos meses pero su espíritu viviente no solo se resiste a morir, sino que cada día que pasa goza de mejor salud. Prueba de ello son los cambios de toda índole que se han venido dando de manera vertiginosa en la Corte Suprema de Justicia en materia de parapolítica y que nos acercan cada vez más a la perversa esencia de la fallida reforma Justicia concebida para blindar a los congresistas de escándalos como el de la parapolítica o el de la Dirección Nacional de Estupefacientes.

El primer cambio se dio en plena discusión de la reforma a la justicia, el 18 de enero de este año. En un fallo de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia que condenó a los excongresistas Luis Alberto Gil y Alfonso Riaño a siete años y medio por concierto para delinquir agravado, sorpresivamente, se adoptó una nueva jurisprudencia que otorga a los congresistas un trato preferente a la hora de tasar las penas de sus delitos. La revista SEMANA simplificó de esta manera el cambio de jurisprudencia que convierte a los congresistas en los únicos ciudadanos a los que no se les puede aplicar el Código Penal: ‘‘si un colombiano del común y un congresista asesinan a una persona y la justicia los condena por el mismo delito, la pena mínima de cárcel para el particular será de 17 años y cuatro meses, mientras que para el padre de la patria es de 13”. El magistrado ponente de este cambiazo de jurisprudencia fue Fernando Castro, quien de ser defensor de Víctor Carranza, pasó en 2010 a ser magistrado de la Corte Suprema de Justicia en reemplazo de Yesid Ramírez.

El segundo cambio se dio hace unos días cuando se procedió a llamar a indagatoria a la expresidenta del Congreso Dilian Francisca Toro y la Corte no ordenó su captura. Anteriormente la Corte había sostenido que para delitos como lavado y concierto para delinquir se preveía la captura para hacer la indagatoria. A este ritmo es probable que en menos de tres meses la Corte decida que solamente se pueden capturar a los congresistas cuando hayan sido condenados como en algún momento lo propuso un borrador de la reforma judicial.

Sin embargo, el mayor cambiazo se produjo al inicio de la semana pasada, cuando la Corte decidió aceptar el pedido de extradición del paramilitar José del Carmen Gélvez Albarracín, alias el Canoso, y cambió radicalmente la jurisprudencia de la Corte. Desde 2009 el alto tribunal había decidido congelar las extradiciones de los paramilitares que se encontraran en Justicia y Paz a la espera de que cumplieran con las víctimas. Al cambiarse esta jurisprudencia es claro que para esta Corte es más importante el delito del narcotráfico que haber asesinado y masacrado a colombianos; la cooperación internacional con Estados Unidos que en su concepto sí ha sido eficaz, que los derechos de las víctimas a saber la verdad y a ser reparadas. “Después de siete años de la Ley de Justicia y Paz quienes se han acogido a dicho trámite no han contribuido en forma real, eficaz y transparente al esclarecimiento de la verdad, como tampoco con la finalidad de reparar a las víctimas”, dice la providencia firmada por el magistrado Salazar.

Lo sorprendente es que la Corte Suprema de Justicia falta a la verdad porque en el caso específico de alias el Canoso su colaboración con la Fiscalía y con la Corte ha sido abundante y eficaz. Según el portal de verdadabierta.com Gélvez Albarracín ha venido confesando sus crímenes en Justicia y Paz desde su desmovilización con el frente Tayrona en enero de 2006. Ha sido pieza clave en el proceso por parapolítica contra el expresidente del Congreso Javier Cáceres, y en sus declaraciones ha vinculado a políticos como Trino Luna, Luis Eduardo Vives y los entonces representantes a la Cámara Jorge Caballero y Alfonso Campo Escobar, todos condenados por parapolítica. Sus señalamientos han llegado a incriminar al mismo expresidente Álvaro Uribe y a sus hijos Tomás y Jerónimo Uribe. Y en el momento en que se anunció su extradición, el Canoso estaba colaborando con la Corte Suprema de Justicia.

El último puntillazo se dio el miércoles de esta semana, cuando se conoció que el magistrado auxiliar Iván Velásquez fue relevado de su función como coordinador de los casos de la parapolítica en la Corte Suprema de Justicia. No se necesita de un prestidigitador para saber hacia dónde nos dirigimos con esta nueva Corte.

Thursday, August 9, 2012

La palabra es lo de menos



"A quienes se ofendieron por la palabra que utilicé en la entrevista con Caterine, mis disculpas", escribió en Twitter el veterano periodista deportivo César Augusto Londoño hace un par de días.

Se refería a la entrevista que le hizo el sábado pasado a la atleta colombiana Caterine Ibargüen para W Radio, mientras a ella le practicaban una fisioterapia antes de su competencia en los Juegos Olímpicos de Londres.

Después de intercambiar un par de conceptos técnicos con Carolina Caicedo, la terapeuta de Ibarguen, Londoño le lanzó en ráfaga a la atleta de salto triple, algunas preguntas que desconcertaron a la audiencia:

César Augusto Londoño: ¿Caterine, qué le están haciendo?
Catenine Ibarguen Melo: Un poquito de consentimiento
C.A.L.: ¿Usted sabe lo que tiene en esas piernas?
C.I.M.: Sí, una gran responsabilidad...
CAL: Es que veo que Carolina se las consiente....Pero, ¿Quién le consiente en la vida real las piernas? Porque es que esto aquí es fisioterapia...
C.I.M.: No, Carolina, Carolina (risas). Todo está en manos de Carolina.
C.A.L.: ¿Y no hay por ahí un negro que se las consienta?
C.I.M.:  No, no...(risas)
C.A.L.:  ¿De verdad? ¿Nada? ¿No está enamorada, Caterine?
C.I.M.:  Muy enamorada de la vida, sí.
C.A.L.: No, no, pero a ver: Ahora que estamos aquí...le estoy viendo aquí el cuerpo destapado, la gente me puede perfectamente envidiar...porque está maravillosa. Cuénteme, ¿Quién, quién es el machucante oficial?..."
CIM: (risas) No..
CAL: Cuénteme, Caterine. Cuénteme...


En primer lugar, ya es absurdo tener que sentarse aquí, al frente de una página en blanco en el plan de escribir una cartilla de valores, de relaciones sociales, de mundo contemporáneo, para explicar por qué en esta entrevista todo está mal. Pero como el periodista no lo entiende, o por lo menos se hace el que no lo entiende, y sus colegas han guardado silencio, aquí hago yo un intento.

Entonces: César Augusto Londoño, ante la indignación masiva que causó su tono e intromisión en la vida privada de la medallista, asume responsabilidad y se disculpa solo por haber usado la palabra machucante, de la que se agarraron varios chistosos para montársela con el tema. Machucante deriva del verbo machucar, que en colombiano coloquial equivale a fornicar, follar, chingar, tirar, culear, hacer el amor, tener relaciones sexuales.

El periodista se limita a la vulgaridad del término y pretende salir al paso con eso, sin darse cuenta de que si hubiera preguntado ¿Cuál es el afroadescendiente con el que hace el amor? el asunto sería igual de grave.

Comparto mis consideraciones al respecto. 

Primero. No hay ninguna razón -ni una sola- por la cual a los colombianos nos interese saber con quién folla la atleta o si hay alguien que le consiente las piernas. Ese es un asunto que sólo le incumbe a la deportista.

Segundo. Es una irresponsabilidad que un periodista se cuele en un sitio donde -según entiendo- está prohibido hacer cualquier tipo de entrevista, para hacerle preguntas incómodas y personales a los deportistas antes de que salgan a competir por una medalla que sólo está disponible cada cuatro años.

Tercero. Hay claros tintes de racismo en la entrevista al incluir dentro de la pregunta a "un negro" con el que ella supuestamente sostiene relaciones sexuales. No es la palabra negro. Si le dice afrodecendiente, repito, da lo mismo. El racismo se evidencia cuando se asume que como la deportista es negra, sólo puede fornicar con alguien negro. El periodista es incapaz de reconocer que los individuos van más allá de su color de piel. Es discriminación pura.

Cuarto. Londoño ignora los límites periodísticos y decide morbosearla. Nos cuenta a todos los colombianos que le está viendo el "cuerpo destapado" y que ella "está maravillosa". Y en su ligereza, olvida por completo a la atleta de carrera. Por alguna razón, que para él es solo cuestión de "recocha", se empeña en quitarle todo su recorrido deportivo. Por alguna razón, ese pequeño macho alfa que lleva adentro, tiene que ponerla en su sitio y recordarle su condición primaria, su función de recipiente, de hembra para un macho. 

Le refriega su punto, una y otra vez, asumiendo que alguien se la está follando, muy a pesar de los múltiples "NO" que le soltó la atleta entre risas incómodas durante toda la conversación.

Para él esos nós con risas, significan, tal y como lo dijo en twitter, que "Caterine gozó". 


La ridiculez de César Augusto Londoño toca fondo cuando para defenderse, evoca en twitter el glosario de Memorias de mis putas tristes de Gabriel García Márquez, en el que está incluído machucante, su palabra salvadora. Acude al recurso de lo pretensiosos que somos los colombianos, de creer que "si lo dice el Nobel debe estar bien" pero por lo visto -como muchos periodistas colombianos- ni siquiere lee. O de nuevo, no entiende nada, porque la definición  en dicho texto devuelve todo en loop al primer punto:

Machucante. "Su último machucante de planta". Designa, de manera vulgar, al hombre con quien se tiene habitualmente relaciones sexuales.

Para terminar, lo que realmente me tiene muy afectada de este episodio, es que Caterine Ibarguen le responde sin titubear a César Augusto Londoño, en el primer intento de meterla en su jueguito sexual, que ella sabe claramente lo que tiene en sus piernas: "Una gran responsabilidad"

Ella se toma en serio. Ella además entiende como pocos lo que significa la palabra representación. Ha trabajado por esto 28 años. Toda la vida. Sabe que en sus piernas nos recostamos todos. Ella lidia con esto extraño de ser colombiana y aún así nos carga en esas piernas con las que consigue medallas. Es sobre todo, por esto último, más allá de toda la lora que he dado aquí arriba, que yo estoy muy indignada con esa entrevista. Es por esto que cinco días después del silencio de los periodistas de Caracol Radio que decido escribir esta columna.