Justamente la primera escena que
vemos cuando John y Ted se vuelven grandes (a sus 35 años), es a ellos dos echados en
un sofá, fumando marihuana en una pipa de agua mientras ven en televisión series de los años
80.
Cuando uno ve esto, la marihuana
y los gringos, tan normal, tan “chistoso”, se pregunta por qué la semana
pasada los indígenas del Cauca y un gobierno desesperado se enfrentaban en el cerro Berlín, mientras usted y yo y nuestros radicalismos, nos peleábamos por Twitter.
¿No se supone que parte de lo que nutre esa gresca por la tierra de los indios del Cauca, es el control del territorio para ejercer corredores de narcotráfico? ¿No es acaso la prohibición de la marihuana y otras sustancias declaradas ilegales, una de las grandes causas del conflicto interno colombiano? ¿Acaso Estados Unidos no invierte 15 billones de dólares anuales en su política de lucha contra las drogas ilegales, incluyendo a la marihuana?
¿No se supone que parte de lo que nutre esa gresca por la tierra de los indios del Cauca, es el control del territorio para ejercer corredores de narcotráfico? ¿No es acaso la prohibición de la marihuana y otras sustancias declaradas ilegales, una de las grandes causas del conflicto interno colombiano? ¿Acaso Estados Unidos no invierte 15 billones de dólares anuales en su política de lucha contra las drogas ilegales, incluyendo a la marihuana?
Tal vez yo soy muy básica, o muy
postmoderna, o muy liberal, pero no le encuentro lógica a que un cargamento
-o miles de cargamentos- lleno de lo que en el futuro serán unos baretos,
ponga a toda una comunidad indígena y a un gobierno a patinar en apuros de vida y muerte.
El asunto de la
prohibición es muy canalla cuando en el día a día de la mayoría del mundo desarrollado es natural fumar marihuana, y en Colombia los niños y jóvenes mueren por cuenta de esa prohibición.
Aquí hay sangre, crueldad y la regeneración sistemática de los males derivados de la prohibición y el tráfico ilegal, como la cultura
mafiosa, la trata y esclavitud de niños y niñas, el desplazamiento forzado, la
descomposición familiar y la miseria, mientras que en algunos estados de Estados Unidos, la
marihuana, su cultivo y su consumo con “fines medicinales” pagan impuestos.
La industria de la marihuana, y el mercado de sus derivados en general, es hoy unas de las más activas y rentables en California.
La industria de la marihuana, y el mercado de sus derivados en general, es hoy unas de las más activas y rentables en California.
En San Francisco,
por ejemplo, parece ser mejor visto fumar marihuana que fumar cigarrillo. Claro, en una sociedad informada muy probablemente la mayoría de la gente sabe que cada año se mueren más de 5 millones de personas por culpa del cigarrillo, mientras que no se conoce víctima alguna por sobredosis de marihuana.
Incluso en Oakland, California -al otro lado
del charco de San Francisco- queda la prestigiosa Oaksterdam University,
descrita como el "America's First and Premier Cannabis College" [La primera
universidad líder de marihuana de America], cuyo objetivo es: "To provide students with the highest quality training for the cannabis industry" [Proveerles a los estudiantes la más alta calidad de entrenamiento para la industria de la marihuana].
En esta universidad, usted puede estudiar el semestre clásico, alguno de los Programas de Horticultura, o cualquiera de las electivas, que ofrecen dentro su inventario "Cocinar con la tía Sandy, infusiones dulces y recetas saborizadas" o todo tipo de optimizaciones en horticultura.
En esta universidad, usted puede estudiar el semestre clásico, alguno de los Programas de Horticultura, o cualquiera de las electivas, que ofrecen dentro su inventario "Cocinar con la tía Sandy, infusiones dulces y recetas saborizadas" o todo tipo de optimizaciones en horticultura.
La marihuana es parte del diario vivir de los norteamericanos. Ted no es la única producción que muestra a unos gringos fumando marihuana. Muchas otras series, comedias o dramas, con contexto político real, con tramas contemporáneas, como
Californication, Girls, Homeland, Family Guy, South Park, Shameless, Los Simpsons, The Big C, Weeds, retratan el uso cotidiano de esta noble hierba por parte de los gringos. Hasta el actor Zach Galifianakis se fumó un bareto recientemente en el famoso Show de Bill Maher, que se emite en directo todos los viernes por HBO.
Esta no es una crítica, menos un asunto moral. Creo que los guionistas estadounidenses están haciendo lo correcto, reflejando la vida cotidiana tal cual es. De carne, hueso y marihuana. Creo que hace falta más bien abrir los ojos y dejar de mirar para otro lado.
Urge ponernos de
acuerdo. El mundo está tarde en revaluar la obsoleta, hipócrita y peligrosa lucha contra las sustancias ilegales. Pero sobre todo Colombia, México y los otros países de nuestra región, víctimas de las consecuencias de la prohibición, deben sentar una posición contundente frente al monstruo de los países del norte -especialmente Estados Unidos- que apresan cada año cientos de los nuestros, sin que caiga ninguno de sus capos o grandes distribuidores.
¿Hasta cuándo esta traba?
¿Hasta cuándo esta traba?