Sunday, February 1, 2015

Adiós a Riquelme… ¿y adiós al 10 en el fútbol?

  • 1 febrero 2015



Riquelme anotó 92 goles con Boca Juniors.

No es la primera vez que el argentino Juan Román Riquelme se retira del fútbol. Y aunque parece que esta vez es la definitiva, el periodista y escritor Martín Caparrós tituló "Volverá" una columna en la que anhela su regreso.
"No hay nadie que juegue como él", le dijo Caparrós a BBC Mundo.
La jubilación de Riquelme, que anunció el pasado domingo, es una tragedia para muchos hinchas. No se va un futbolista cualquiera: Horacio Pagani, columnista deportivo y conocido escudero del jugador, lo llamó "el segundo inventor del fútbol".
El periodista Quique Wolf incluso sugirió retirar la camiseta número 10 de Boca Juniors como homenaje.
Pero más allá de las lágrimas de sus admiradores, la marcha de Riquelme a los 36 años tras un breve paso por Argentinos Juniors, revive un latente temor entre los apasionados del fútbol: la desaparición del número 10.
Michel Platini, Zinedine Zidane, Carlos "el Pibe" Valderrama, Juan Román Riquelme… mediocampistas clásicos, de pausa, de enganche, de autoridad casi absoluta, armadores independientes dentro del campo, parecen ser una especie en peligro de extinción.

Menos enganche, más velocidad, "más videoclip"

Aunque a lo largo de la historia del fútbol han brillado especialmente los hombres en el centro de la cancha, los técnicos modernos emplean ahora un patrón distinto, vertiginoso y multifuncional.
"Buscan jugadores más o menos intercambiables que se puedan adaptar a los esquemas que ya tienen previstos –o, en el peor de los casos, los adaptan a la fuerza, como es el caso de James Rodríguez, ahora en el Madrid, donde lo están haciendo correr más que nunca en su vida", le dice a BBC Mundo Caparrós.



Riquelme no consiguió con la selección los títulos esperados.
Con Boca ganó tres Libertadores.

"(Riquelme) es un tipo de jugador que las fábricas de futbolistas no favorecen, porque no son fáciles de ubicar en un equipo y, por lo tanto, no se venden tan bien", opina el escritor.
"Es un jugador que no sirve demasiado para el fútbol Nike, hecho de malabarismos y cortes para los videoclips, porque su función es armar el juego, pensarlo, hacer que jueguen los demás. Y eso no se ve tan bien en la tele".
Por su parte, el periodista de Radio Continental de Argentina y columnista de Chanchallena Román Iucht, cree que desde el punto de vista técnico el 10 está perdiendo espacio.
"El 10 en general está siendo reemplazado con el doble 5. Es decir, un jugador que en Europa se llama el 'doble pivote', que juega al lado de un mediocampista central más recuperador y que termina siendo como una especie de enlace", le dice Iutch a BBC Mundo.



Para Van Gaal, Riquelme era el mejor con la pelota pero no aportaba suficiente en defensa.

Un buen ejemplo de fútbol sin 10 es el que el actual técnico del Manchester United, Louis van Gaal, aplicó en el F.C. Barcelona cuando Riquelme jugaba en el equipo, en 2002.
El entrenador quiso desterrar la figura del enganche, aprovechar los laterales y abrir las puntas para llegar de manera efectiva al centrodelantero.
Aunque con esa táctica los éxitos de Van Gaal no fueron pocos, fue imposible que Riquelme se sintiera cómodo teniendo que jugar sobre uno de los lados y corriendo por toda la cancha.
Es bien sabido lo que el holandés le dijo al argentino en la mitad de la temporada: "Eres el mejor jugador del mundo cuando tienes la pelota, cuando no la tienes, jugamos con uno menos".

Futbolista "particular"

Riquelme jugó la mayoría de su carrera en Boca Juniors donde anotó 92 goles en 388 partidos, conquistó cinco títulos del campeonato argentino y tres Copas Libertadores, entre otros varios títulos.
Tras su paso por el Barça, su presencia también impactó profundamente al Villarreal español, donde marcó 45 goles en 145 partidos entre 2003 y 2006.
Y aunque no consiguió los triunfos anhelados en la selección argentina –lo que le atribuyó calificativos despectivos en su país como "Pecho Frío"– despertó la admiración de los más importantes analistas del balompié, que no dudaron en reconocer su talento.
"El caso de Riquelme es particular", opina Iucht. "Fue un jugador contracultural porque le tocó ese fútbol de ahora en el que hay muchísima velocidad, muchísima dinámica. Y él siempre respondió mucho más a un fútbol en el que hay más pausa, más freno", agrega.
Según explica el periodista, el territorio dentro de la cancha ostentado tradicionalmente por un 10 del estilo de Riquelme tampoco le pertenece más a un él.
"Riquelme tiene un juego envolvente. En una buena manera de entender la palabra, sería casi como 'autoritario'", explica el analista.
"Siempre jugó a lo que él quería. Y cuando debía cumplir otra función más, especialmente sin la pelota, se terminó yendo de los equipos o los entrenadores terminaron prescindiendo de él".
Caparrós por su parte cree que lo que hizo único a Riquelme "es que pensaba".



Platini es un ejemplo del "10" clásico.

"La pelota hacía lo que él pensaba y entonces sus compañeros tenían que hacer lo que él pensaba para obedecer a la pelota, para ir a buscarla a los espacios que creaba con sus pases".
"Messi se puede comparar hoy con él. Messi es el más típico producto del fútbol Nike, pura gambeta y fantasía, perfecto para el videoclip, pero últimamente, cuando se para un poco más atrás y busca armar jugadas con un pase, me hace acordar al mejor Riquelme.

Y entonces, ¿cómo es el nuevo 10?

Riquelme no es el jugador que muchos técnicos buscan, alguien polivalente, de creación y marca a la vez.
Los nuevos 10 ya no cuentan con la pausa para pensar, deben ser capaces de defender tanto como de anotar.
Pero sobre todo, deben compartir más el centro de la cancha para que otras posiciones cubran algunas de sus viejas funciones.
Para Iucht no es una generación de volantes de creación clásicos la que se va del fútbol de la mano de Riquelme.
"Es difícil afirmar que se terminó una generación, sobre todo porque me parece que Riquelme es un estilo de jugador con ciertas características especiales en ese lugar particular del campo, pero no quiere decir que sea el único para cumplir una función de enlace", señala el periodista de Radio Continental.



Vaderrama disputó 111 partidos con la selección Colombia.

"Hay que reconocer que Román tenía una capacidad única para aplicar la pausa y dar los pases de asistencia que sólo él metía. En ese sentido, por ahí Riquelme forma parte de una especie en extinción".
La cuestión está, como afirma Iucht, en si volverá a surgir un jugador como Riquelme al que le vaya bien y que otros, por imitación, empiecen a buscar otros riquelmes.
Para Martín Caparrós, hincha de Boca Juniors desde los 5 años y socio desde los 11, es claro que el 10, con las características de Riquelme siempre puede volver:
"Desaparecerá hasta que vuelva a aparecer algún chico que no se rinda, que quiera jugar como quiera y no como le dicen, y que sea tan bueno que no tengan más remedio que permitírselo. Pero quién sabe cuándo será. Los judíos esperamos al Mesías hace cinco mil y pico de años, ¿no?

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